La Familia de La Ren Lecrés

Somos Máxima, Santiago y nuestros 3 hijos.

Te invitamos a disfrutar de nuestra casa.

Nuestro proyecto nació con el objetivo de revitalizar y poner en valor el mundo rural.

Deseamos atraer población al mundo rural, mostrando el valor de los pueblos como espacios que pueden ser renovados y vividos en un mundo actual. Mientras generamos valor al pueblo donde está ubicada nuestra casa.

Queremos compartir que otras formas de vida fuera de la ciudad son posibles. Disfrutando de la naturaleza. Entrando en contacto con la comunidad local.

Nuestra misión es acercar a urbanitas a los pueblos. Mostrarles una forma de vida en el entorno rural. Que descubran los lujos reales de la vida. La naturaleza. El silencio. Un espacio relajado que nos obliga a detenernos y recuestionarnos la vida.

Deseamos acercar otra mirada al mundo rural y compartir lo que para nosotros es una bonita forma de vida.

Te invitamos a experimentar una forma de vida

Como familia apostamos por crear nuestro hogar en el entorno rural y siempre tuvimos la ilusión de compartir nuestra casa, conscientes de lo enriquecedora que resultaría esta experiencia. Por eso diseñamos este singular espacio que ahora ofrecemos en alquiler turístico para disfrutarlo en familia, con amigos o como lugar de trabajo y creatividad.

Te ofrecemos nuestra casa para que descubras lo humano, lo honesto y lo sereno que hay en nosotros.

Un rincón con buenas vibraciones concebido para llenarlo de experiencias positivas.

Respeto por nuestros orígenes

Somos agricultores, cultivamos los campos y veneramos la tierra que generosamente nos brinda sus frutos. Disfrutamos de la naturaleza y de los espacios verdes y nuestro jardín es una buena prueba de ello.

La casa se construyó en un terreno que siempre ha pertenecido a la familia.

Se mantuvo el nombre del terreno “La Ren” que es como siempre se ha conocido la finca entre nuestra familia. Y se le ha añadido nuestra aportación con la unión de nuestros apellidos.

A la hora de construir nuestra casa, respetamos  todo aquello conservable y que sumase. Manteniendo externamente la estética de la villa. Y añadiéndole modernidad, usabilidad y confort para convertirla en un espacio actual y donde relajarse sea un verdadero placer.

Nuestra casa fue creada respetando la arquitectura tradicional de la zona. En el interior el blanco aporta luz, equilibrio y serenidad a una estancia en la que contrasta la calidez de exclusivas piezas de madera.

La fabricación artesanal de los muebles que visten la casa ha otorgado una segunda vida a los tablones de olmo utilizados antiguamente para almacenar y contener las cosechas de cereal y patatas en el granero que se alzaba en ese mismo recinto. Y ha permitido reconvertir en bellos exponentes de ebanistería las viejas y resistentes vigas de enebros crecidos en los montes del entorno.